Torreón nació de una biznaga.
La gente de Saltillo dice
que un día se lo va a tragar la arena.
Cada mañana el sacerdote en su Parroquia de
Guadalupe reza al Señor para que pronto llueva.
Torreón es tan antiguo como su avenida Juárez.
Un día su Plaza de Armas albergó
sotol de Parras y mujeres
a Villa y sus Dorados.
Por eso se oye aún el trote garañón de espuelas
cabalgar por la avenida Hidalgo.
Y a eso de las tres de la mañana
se despiertan los gallos espantados,
al oír los murmullos que desaparecen sin aparecer.
Atrincherado en un rincón al sur de Coahuila,
Torreón es una liebre a cielo raso,
Torreón es un mezquite sin sombra,
Torreón boquea su sed debajo de una piedra.
El calor que hace en Torreón
no es de este mundo.
Quien venga lejos a lo lejos
no cargue ropa,
ni venga con amigos.
El sol desnuda lo que toca.
Basta con sacudirse el polvo de las tolvaneras
y beberse el sol con la mirada.
¿Qué es aquello que se divisa allá
en la cima de los cerros?
que un día se lo va a tragar la arena.
Cada mañana el sacerdote en su Parroquia de
Guadalupe reza al Señor para que pronto llueva.
Torreón es tan antiguo como su avenida Juárez.
Un día su Plaza de Armas albergó
sotol de Parras y mujeres
a Villa y sus Dorados.
Por eso se oye aún el trote garañón de espuelas
cabalgar por la avenida Hidalgo.
Y a eso de las tres de la mañana
se despiertan los gallos espantados,
al oír los murmullos que desaparecen sin aparecer.
Atrincherado en un rincón al sur de Coahuila,
Torreón es una liebre a cielo raso,
Torreón es un mezquite sin sombra,
Torreón boquea su sed debajo de una piedra.
El calor que hace en Torreón
no es de este mundo.
Quien venga lejos a lo lejos
no cargue ropa,
ni venga con amigos.
El sol desnuda lo que toca.
Basta con sacudirse el polvo de las tolvaneras
y beberse el sol con la mirada.
¿Qué es aquello que se divisa allá
en la cima de los cerros?
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