Lejos
estás del aire de mi anhelo,
navegando en un orbe de quimeras,
y acabo fatigando las aceras
con el torpe ritual de mi desvelo.
Esa
pizarra gris que cubre el cielo
es el sudario de la primavera,
y mi voz se atosiga con la cera
que atestigua el cadáver de mi vuelo.
es el sudario de la primavera,
y mi voz se atosiga con la cera
que atestigua el cadáver de mi vuelo.
Todo
el amor, de golpe, no se ha muerto.
Nuestro cómplice, el sol en el desierto,
y la espontánea luz de tu mirada
y que alienta la llama fatigada,
haciendo que florezcan la hondonada,
el cactus triste y el mezquite yerto.
Nuestro cómplice, el sol en el desierto,
y la espontánea luz de tu mirada
y que alienta la llama fatigada,
haciendo que florezcan la hondonada,
el cactus triste y el mezquite yerto.
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